Historia de la Tuna
De los orígenes
No podemos precisar propiamente, cual es el origen de las tunas, pero según evidencias históricas, este se remonta a los goliardos en los siglos X al XIII, y los juglares y trovadores medievales que marcan el comienzo de los tradicionales grupos musicales universitarios que actualmente conocemos con el nombre de TUNAS.
La TUNA nace dentro de la Universidad, y como una proyección suya, se manifiesta sin interrupción desde sus orígenes hasta nuestros días. La TUNA, en sus albores, estaba constituida por un tipo especial de trovador o juglar que, a veces, tenía que cantar para ganarse la vida, o simplemente, para sustentarse durante el viaje de vuelta a su casa cuando llegaban las vacaciones. De ahí que esa actividad se designe con un verbo específico :”TUNAR”, que significa llevar una vida vagabunda, tocando y cantando.
En la lírica medieval, a partir del siglo XI, las canciones escolares latinas, forman un género característico. Los estudiantes llamados goliardos aparecen por toda Europa componiendo e interpretando canciones cuya temática choca con la escala de valores de la sociedad de su tiempo, cantando al vino, al amor profano, defendiendo la primacía del intelectual sobre el caballero, utilizando elementos litúrgicos con sentido contrario al que les es propio.
El fenómeno cultural conocido como Goliardismo o de los clérigos vagantes es francés en su origen debido a los focos culturales que desde Paris y Chartes, principalmente, comenzaron a irradiar hacia toda Europa desde mediados del siglo XII. Ahora bien, será en España donde a partir de las primeras universidades, un siglo más tarde, asuma las maneras tunantescas que sólo el carácter propio de la picaresca estudiantil española podía conferirle, y que durante ya ocho siglos ha sido mantenida por lo que hoy conocemos como TUNAS o ESTUDINATINAS UNIVERSITARIAS.
El término “Tuna”, procede de tune, tonada, tonar o afinar, tuóno ó tono. ¿Qué es la Tuna? “… Yuntamiento que es fecho d’escolares, trovadores por aver mantenencia andar las tierras e servir las dueñas dellas con cortesía. Ansí mesmo es la TUNA escuela de vida, crisol de amigos nuevos e provanza de los antiguos, palestra de ingenios, urdidora de ensueños … fontana de alegrías y honra de las españas… (“Libro del Buen Tunar! de Emilio de la Cruz y Aguilar).
El nacimiento de la TUNA es paralelo, por lo tanto al de las propias universidades españolas, siglo XIII : Los Estudios de Palencia, Salamanca, Valladolid, Lérida, Alcalá de Henares, etc., en donde dentro del ambiente medieval, cualquier manifestación de carácter sagrado, tenía su equivalencia en lo puramente mundanal o secular. De esta forma, así como los clérigos entonaban canciones a la Virgen María, reina de los cielos, los caballeros enviaban juglares a los castillos de sus damas, los estudiantes hacían lo propio con las mujeres a quienes amaban y pretendían. Estamos pues, ante la tradicional Ronda o Serenata, y con ello, dando salida a las primeras formaciones de carácter, más puramente tunantesco. Al mismo tiempo, las actuaciones en bodas y fiestas en general, eran muy bien aceptadas entre las gentes del medievo, tan necesitadas de compaginar esa dualidad mágica de orar y atender a la vez a los placeres mundanos. Este tipo de presentaciones o conciertos en bodas, es igualmente, otra de las más comunes actividades de la tuna, y en este caso como forma de sotenimiento principalmente.
De la vestimenta
La vestimenta de los primeros tunos, no difería prácticamente a la de sus compañeros de Universidad, es decir, sotana y manteo negro, de aspecto muy sobrio y raído, teniendo en cuenta sobre todo, que la Iglesia prohibía toda señal de lujo y ostentación, y que además, en el caso de los tunos, su apariencia de pobres, aunque en muchos casos no lo fueran, les garantizaba mejor la obtención de posada y pecunia. Por otro lado, la Música en España, y aunque a algunos le cueste reconocerlo, le debe en gran parte a la Tuna, haber sido la mantenedora de instrumentos tan tradicionales como la bandurria, el laúd o la guitarra, y que de no haber sido por estas formaciones estudiantiles, al igual que por las rondallas, a lo peor hubieran desaparecido. Con todo, la Tuna, es un fenómeno cultural que parte de las señas de identidad de la propia Universidad Española, y que incluso, ha sido capaz de exportar a países como Holanda, (Eindhoven), Italia, Portugal y sobre todo a casi toda Hispanoamérica. Precisamente fruto del intercambio recíproco que supuso la creación de las primeras universidades en el Nuevo Continente, a partir de mitad del XVI, la composición musical de nuevos ritmos, formas e instrumentos.
El actual traje no difiere mucho del de los primero tunos, este consiste en la loba sotana corta, sin mangas, calzas y gregüescos, y el manteo de paño veintidoseno de Segovia o actualmente capa, donde van prendidas las cintas bordadas o pintadas, recuerdo de las damas a las que se ha rondado. Sobre el pecho se lleva una banda de origen medieval, llamada beca, que es distintivo del universitario, y cuyo color es diferente según la Facultad o Escuela a la que se pertenezca: el color morado pertenece a Farmacia, el rojo a Derecho, el amarillo a Medicina, el verde a Caminos y también a Montes, el azul a Ciencias, etc.
Es importante aclara que no todas las tunas actuales usan esta indumentaria, por el contrario se puede observar variedad y riqueza conseguida por los aportes de las diferentes culturas a donde ha llegado la tuna.
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